El informe presentado por la organización PRODesarrollo y elaborado por la consultora Mentu sostiene que el peso de la economía subterránea se mantiene voluminoso y relativamente inerte en el país.
Aun cuando se han dedicado esfuerzos a mejorar la gobernanza económica y desarticular algunas trabas institucionales, persisten profundas dificultades para integrar plenamente al sector informal dentro de la economía formal.
El tamaño de la economía subterránea en Paraguay se ubicó en 35,1% del Producto Interno Bruto (PIB) el año pasado, según la estimación realizada para el “Informe de Economía Subterránea 2024”, presentado por la organización PRODesarrollo.
Los resultados hallados dan muestra que la Economía Subterránea sufrió una escasa variación en los últimos años. Específicamente, la tasa era de 37,6% en el 2008, lo que muestra que en más de una década se tuvo una reducción de apenas 2,5 puntos porcentuales en el peso de la economía subterránea en relación con el PIB.
Estos números también advierten que a pesar de los avances económicos y sociales, el camino hacia la formalización ha presentados escasos resultados y requiere de aumentar esfuerzos para provocar cambios importantes.
“A pesar de algunos avances observados en cuanto a pobreza, autoempleo o uso de efectivo, la estructura de fondo no ha cambiado. La corrupción sigue en niveles altos, el desempleo apenas se ha movido en casi dos décadas, demostrando una vez más que el crecimiento económico no necesariamente se traduce, en presencia de una alta economía subterránea, en integración ni en bienestar. Hay más ingresos, pero no así equidad”, se señala en el Informe de Economía Subterránea 2024.
Desde PRODesarrollo se hace un llamado a la opción conjunta y se insiste en que es momento de profundizar esfuerzos para reducir la Economía Subterránea, ahondando en enfoques distintos para las actividades ilícitas e informales. En lo ilícito, la transaccionalidad del hecho exige respuestas supranacionales y en lo informal, nos exige pensar en la generación de oportunidades.
Economía subterránea en la región

Fuente: elaboración MENTU con resultados del MIMIC y los resultados de Asllani et al (2024)
¿Cómo luchar contra la economía subterránea?
El informe de PRODESARROLLO insta a trabajar por la reducción de la economía subterránea no solo como una aspiración económica, sino como una prioridad política para alcanzar un desarrollo inclusivo y sostenible. Recuerda que la evidencia internacional y nacional es contundente: a medida que disminuye la informalidad, aumentan los niveles de bienestar social y crecimiento económico.
Para el efecto, la organización propone profundizar esfuerzos para reducir la Economía Subterránea, con enfoques distintos para las actividades ilícitas e informales.
Para las actividades económicas informales, considera pertinente desarrollar programas de incubación antes que medidas de sanción, es decir, programas de inserción a la formalización para MIPYMES que no cumplen con todos los requisitos formales. Además, proveer información de mercado que facilite el encadenamiento de MIPYMES hacia los mercados más sofisticados y apoyo a empresas anclas: empresas grandes que tengan la capacidad de incorporar en su cadena a más MIPYMES y, consecuentemente, generar más y mejores empleos (directos e indirectos), fomentado la transición del mercado laboral informal al formal.
Para las actividades económicas ilícitas, PRODesarrollo sostiene que se debe impulsar una fuerza (policial/militar – jurídica) supranacional en el MERCOSUR para el combate al crimen organizado. Agrega que es necesario más mercado, que genere empleos que reduzcan la vulnerabilidad; para lo que recuerda que se requiere información y reglas claras. Por último, recomienda disponer una mayor carga fiscal al uso de
transacciones que no son trazables (uso de efectivo)
“Reducir la informalidad en Paraguay exige mucho más que reformas aisladas o incrementos graduales de formalización: requiere una transformación profunda en la relación entre el Estado, los mercados y la sociedad civil. La formalización no será sostenible si no se construye un modelo de crecimiento inclusivo donde pertenecer a la economía formal signifique realmente acceder a mejores oportunidades de vida, estabilidad y progreso. Solo así será posible romper el círculo vicioso que hoy sigue limitando el potencial de desarrollo del país”, concluye el Informe de Economía Subterránea 2024.